¿Quién es Segundo Rosero?

Biografía, historia, vida y legado musical de Segundo Rosero

Segundo Rosero
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Biografía de Segundo Rosero


Segundo Rosero es un cantante y compositor ecuatoriano. Nació en Pimampiro, Ecuador, el 21 de julio de 1961. A lo largo de su carrera, ha creado y popularizado varias canciones que han resonado en el corazón de su país y más allá, entre ellas se encuentran temas como "Bomba", "Como voy a olvidarte", "Te vi con mis propios ojos", "Melancolía" y "Nadie es eterno".

Desde sus inicios, Rosero entendió la importancia de preservar las tradiciones musicales de su región y país. En su búsqueda por mantener vivas estas expresiones culturales, bajó al Valle del Chota, un lugar donde los músicos negros interpretan himnos populares que celebran la Vida. En este contexto, impulsó la grabación de estos cantos tradicionales, conscientes de que estas expresiones están en riesgo de desaparecer.

Su labor no solo se limita a la creación musical, sino que también busca proteger y valorar la cultura popular. Para Rosero, cada vez que un cantor de tradición oral fallece, es como si se extinguiera una biblioteca, ya que la cultura no solo reside en objetos físicos, sino en las voces y memorias de quienes transmiten estas historias y canciones de generación en generación. Por ello, su trabajo es un acto de preservación y homenaje a esa riqueza cultural que, de otra manera, podría perderse para siempre.

Niñez, Juventud y Vida Familiar


Segundo Rosero nació en el pequeño pueblo de Pimampiro, ubicado en Ecuador, un país conocido por su diversidad natural y cultural, donde los cóndores sobrevuelan los cielos y los delfines habitan las aguas. Su infancia estuvo marcada por un entorno donde la música popular era parte integral de la vida cotidiana, en una época en que los medios de comunicación aún no dictaban las preferencias musicales de la población. Desde muy joven, Segundo escuchó los pasillos interpretados por grandes figuras ecuatorianas como Julio Jaramillo y Olimpo Cárdenas, artistas que, debido a las circunstancias políticas y sociales de sus tiempos, tuvieron que emigrar del país que, en ocasiones, expulsaba a sus talentos más valiosos.

Su amor por el pasillo, un género musical que no se limita a la tristeza sino que expresa una profunda melancolía, fue una de las huellas que marcó su niñez. Esta música habla de pañuelos en despedida y amores trágicos, evocando sentimientos intensos y nostálgicos que resonaban en su alma desde temprana edad. La sensibilidad por estos sonidos le permitió comprender las emociones y las historias que se esconden tras cada melodía, conectándolo con sus raíces y con la cultura de su tierra.

Durante su infancia, Segundo fue invitado a participar en los rituales musicales de la provincia de Imbabura, una región conocida por su riqueza en tradiciones culturales y musicales. Imbabura cuenta con más de treinta lagunas y una variedad de expresiones musicales prodigiosas. En las fiestas de San Juan, los violines de los indígenas resonaban en las celebraciones, mientras que en lugares como Carpuela se escuchaban tambores con reminiscencias africanas, y en Ibarra, las guitarras de los músicos mestizos acompañaban las festividades. Esta tierra, considerada una de las más generosas en talentos musicales, tuvo en su infancia un papel fundamental en la formación artística de Segundo, quien desde pequeño se rodeó de la presencia de instrumentos y melodías que marcaron su camino. En Cotacachi, donde en cada hogar se encuentra una guitarra, fue donde sus maestros nacieron y donde su pasión por la música se consolidó como una parte esencial de su vida temprana.

Inicios de Segundo Rosero en la Música


Desde sus inicios, Segundo Rosero tuvo la firme intención de compartir su talento con el mundo entero. Con dedicación y perseverancia, trabajó arduamente para que su arte llegara a diferentes rincones del planeta. Su pasión y compromiso lo impulsaron a superar obstáculos y a perfeccionar su talento en cada paso que daba.

Hoy en día, su éxito internacional refleja el esfuerzo y la determinación que puso desde sus primeros días en el mundo del arte. Segundo Rosero no solo ha demostrado su talento, sino también su capacidad para conectar con personas de diferentes culturas y países. Su carrera es una prueba de que, con compromiso y visión, es posible alcanzar metas globales y dejar huella en el escenario mundial.

Género musical


Segundo Rosero se destaca en los géneros de música popular ecuatoriana, con influencias del géneros folclóricos tradicionales del país. Su estilo combina elementos de música folklórica, música tropical y música latina, creando un sonido característico que resalta la identidad cultural ecuatoriana.

En cuanto a las letras, Segundo Rosero suele interpretar canciones que hablan sobre el amor, la vida cotidiana, la cultura ecuatoriana y temas relacionados con la identidad y el orgullo nacional. Sus letras suelen ser emotivas, sencillas y llenas de sentimiento, reflejando la riqueza cultural y las tradiciones de su país.

Trayectoria y Legado


Segundo Rosero es un artista cuya carrera musical refleja una profunda riqueza en culturas, sistemas de pensamiento y géneros musicales. Su trabajo abarca desde las complejidades de la polirritmia presente en la música de los habitantes negros de la provincia de Esmeraldas, hasta la interesante fusión de sonidos negroides e indígenas en los grupos afro del Valle del Chota. Esta variedad abarca también la melancólica pentafonía que caracteriza a los pueblos indígenas de la Sierra, así como la elemental trifonía utilizada por las comunidades nativas de la Amazonía. Cada uno de estos elementos forma parte de un panorama musical que, como indican los expertos, muestra la diversidad y la riqueza cultural de Ecuador.

La música de Rosero no solo se limita a la preservación de estas tradiciones, sino que también las fusiona para crear nuevos lenguajes sonoros. En su camino, ha incorporado y reinterpretado estas expresiones, reflejando la complejidad y la belleza de su patrimonio cultural. La influencia de estas diversas raíces se percibe en cada uno de sus arreglos, en las melodías que parecen tejer un puente entre distintas culturas y épocas, haciendo visible la interacción constante entre tradición e innovación.

Su viaje musical lo llevó desde su tierra natal hasta la Costa ecuatoriana, un territorio que le enseñó un mundo deslumbrante lleno de posibilidades para fusionar melodías. En ese proceso, Rosero aprendió que era posible construir puentes entre diferentes expresiones musicales, logrando que todas convivan en un mismo espacio sonoro. Julio Jaramillo fue una figura fundamental en esa búsqueda, pues logró unir la vieja tradición popular ecuatoriana —repleta de poesía y melodías académicas— con los cantares que un país en constante construcción necesitaba escuchar. Rosero, como muchos otros artistas, tomó esa posta y la convirtió en una parte esencial de su propia historia.

El momento en que Rosero grabó su primer disco ocurrió en un contexto en el que la muerte de Mr. Juramento, una figura emblemática, parecía marcar un fin y un comienzo en la música popular ecuatoriana. Sin saberlo, Rosero grababa a pocas cuadras del lugar donde falleció esa leyenda, con Rosalino Quintero, el eterno acompañante de Julio Jaramillo. Este hecho no fue casualidad, sino que refleja la continuidad de una tradición y la transmisión de un legado que los pueblos siempre entregan a sus artistas. Para Rosero, la fama no es un fin en sí mismo; entiende que la verdadera trascendencia radica en la capacidad de mantener viva esa sensibilidad y ese legado.

Segundo Rosero forma parte de una sensibilidad que se denomina rockola, un término que proviene de esos grandes aparatos de sonido que, con una moneda, reproducían discos de acetato y hacían inmortal a Julio Jaramillo. Aunque esta forma de música ha sido desestimada por ciertos sectores académicos y medios oficiales que consideran que la cultura solo puede reducirse a un cuadro europeo del siglo XVIII, Rosero mantiene viva esa tradición. La cultura popular, con su autenticidad y sencillez, sigue siendo un espacio donde la voz del pueblo se amplifica en escenarios, cantinas y hogares, resistiendo a los discursos de exclusión y de poder que buscan invisibilizarla.

Segundo Rosero comprende que la labor de un músico popular va más allá de la interpretación; su verdadera tarea es transmitir la sensibilidad de su tiempo. Esta sensibilidad, que se le entrega como un don, debe ser compartida con respeto y compromiso, permitiendo que la historia y las experiencias de su comunidad se reflejen a través de la música.

Cada encuentro con su gente reafirma esta misión. En esos momentos, Rosero siente la importancia de mantener viva la memoria de una América Mestiza, una tierra que comparte raíces culturales y que se une en torno a la música como un acto de comunión. La música se convierte en un puente que une generaciones, historias y sentimientos, creando un espacio donde la identidad cultural se fortalece y se celebra.

Datos de Segundo Rosero

  • Nombre Artístico: Segundo Rosero
  • Donde Nació: Pimampiro, Ecuador
  • Fecha de Nacimiento: 31 de julio de 1961
  • Edad: 63
  • Nacionalidad: Ecuatoriana
  • Género(s): Pop
  • Instrumentos: Voz
  • Ocupación: Cantante